Nuestros mensajes

Soy Catalina, tengo 32 años y dos hijos, uno de 12 y otro de 10 años. Llevo varios años
separada y con custodia compartida.

Estoy en mi ultimo año de mi segunda carrera, aunque esta la hago por placer porque siempre
me ha encantado tanto la arquitectura como la historia. Además, trabajo para una empresa
que se encarga de llevar la restauración y el mantenimiento de los monumentos de la Iglesia
tanto de la Comunidad Valenciana como de Murcia.

Una de mis mejores amigas Raquel, viaja a Sevilla con su marido a la boda de un compañero de
colegio. Pepe, su marido le pone en contacto con un compañero suyo del colegio, Juan Carlos
que es arquitecto y le puede ayudar con su trabajo de fin de carrera.

Juan Carlos tiene 37 años, es arquitecto y soltero. Un pez escurridizo como dicen sus amigos.
No ha encontrado al amor de su vida porque es demasiado perseguido por las mujeres. Es un
verdadero partido como dicen todos y a él no le apetece que nadie le cace, pero eso va a
cambiar en cuanto comienza a escribirse con Catalina.

Comienzan a hablar por mensajes y poco a poco se van conociendo. Catalina viaja a Sevilla
para poder hacer varias visitas a los archivos y hacer fotos de la ciudad. Conoce a Juan Carlos
por fin en persona, y las chispas que habían surgido en un principio por mensajes en cuanto se
ven y se abrazan saltan.

Se enamoran desde el primer momento y pasan la mejor semana de sus vidas. Pero ella debe
de volver a Alicante bajo la promesa de que van a intentar verse cada dos semanas viajando
Juan Carlos a Alicante y ella a Sevilla.

Lo que nadie espera es que algo que comenzó en el 2.019 y ha continuado en el 2.020 salte
otra vez y deban quedarse cada uno en su casa por necesidad.

Pasaran muchas cosas durante varios meses, pero el amor cuando es verdadero siempre
triunfa.