Todos nosotros podemos trabajar por la paz. Podemos trabajar exactamente donde estamos, justo dentro de nosotros mismos, ya que cuanta más paz tengamos dentro de nuestras propias vidas, más podremos revertirla en el estado de cosas externo.
De hecho, el deseo de existir nos empujará a una especie de paz mundial inquieta que tendrá que ser apoyada por un gran despertar interior si quiere mantenerse.
Entramos en una nueva era cuando conocimos la energía nuclear, y esta nueva era exige un nuevo renacimiento para elevarnos a un mayor nivel de comprensión, de modo que seamos capaces de hacer frente a los problemas de esta nueva era.
Así que, principalmente, la paz dentro de nosotros mismos es un paso hacia la paz en nuestro cosmos.