El hecho poético presentado como algo sagrado, un medio para la libertad del hombre.
Tú y yo, lector, somos dos incomprendidos que se empeñan en comprenderlo todo<br> ¿Acaso temes verte por dentro? <b>Somos la suma de fantasías y realidades</b>. Yo también estoy en contra de todo. No lo sabes, pero tú eres un loco. Y no hay peor locura que la del loco que no sabe que está loco. Delirante o prudente la locura asoma de manera engañosa. La línea entre la locura y la razón es difusa, pero quién elogia a la locura, quién le pone alas a la creación y al avance, a la realización personal. Dónde quedaron las promesas, las consignas de aquellos aguerridos tiempos:<b>"Seamos realistas, pidamos lo imposible"</b>. Era primavera, Herbert Marcuse, y a mis ocho años se me quedó grabada tu consigna como un salvoconducto a la felicidad. Algunos siglos antes, Tomás Moro coincidía contigo, Utopía sí, la ciudad ideal como Elogio a la locura: "nada hay más necio que tratar seriamente de la necedad, ni nada más divertido que tratar en broma de aquello que nadie pensaría que lo fuera". El ridículo cliché de los convencionalismos sociales, a todas luces sustentáculos del poder que alienan y perturban todo el consorcio social, sin saber separar lo enfático de lo ridículo ni lo sustancial de lo presuntuoso. Loco cuerdo delirante sensato demente reflexivo prudente, locura demencia excentricidad delirio frenesí. Oh ironía, oh sátira, oh huida de la solemnidad, oh Quijote, cuánta inspiración, eres la suma de fantasías y realidades. Es duro pensar, y no porque seamos tontos, oh Sófocles: <b>"La existencia más placentera consiste en no reflexionar nada"</b>. Cuanto más atrás miran mis ojos, más motivos me encumbran a la razón de la locura.<br><br>De gran ayuda emocional, física y mental, la poesía de Alonso de Molina siempre me maravilló.</b><br><br>Si alguien me preguntara en qué puedo beneficiarme de la Poesía, les diría que lea este libro, "Allá donde empieza la locura", donde Alonso de Molina, con una maestría impecable, nos va sacando de las preocupaciones diarias para recordarnos lo que llevamos dentro. <br>Ismael Lorenzo <br>Escritor <br><br> El lector que viva en estos poemas ha de hacerlo dejando fluir las numerosas conciencias que nos ocupan, sin tratar de "entender" desde el conocimiento convencional, pues nada es convencional en el decir-sentir de Alonso, es más, visita continuamente sus variadas conciencias, sus variados temores, sus variados momentos de inconsciencia, donde el sentir se esconde más allá de la palabra.<br> Ignacio Bellido <br>Poeta <br>Alonso de Molina se propone y nos propone percibir el misterio de la Vida y la Muerte escuchando con atención el diálogo sagrado del desierto y el agua, sabiéndonos en manos de múltiples fuerzas poderosas y en continua búsqueda del equilibrio en esa cuerda floja del camino.<br>Carmen Aliaga <br>Poeta <br>Allá donde empieza la locura. Cuando dejamos de ser persona para formar parte de la multitud<br><h4>La poesía es un juego que te puede llevar a la sinrazón de la cordura</h4>. <br>Podemos abrir abismos sin más norte que esperar al rayo que volteará los ojos hacia la exacta locura de ser poeta. <br> <b>Mi psicólogo dice que soy un ciego a la espera de lazarillo, y para no estar ciego, lo más prudente es dejar de seguir los postulados de mi psicólogo, o eso creo.<br></b>Qué tambores tendrá que golpear con sus manos de loco para detener los caminos que lo embisten con la intransigencia de un búfalo.<br>Pero el perfume de un loco no huele a...