La Cesión de las Voluntades

«La mayor traba para vivir en un sistema democrático (que aún no se ha logrado) es creer que pertenecemos a uno.»

Tomar decisiones reales en un ambiente adquirido es uno de los mayores retos a que nos enfrentamos como seres humanos. Parece por tanto lícito preguntarnos en qué campos podemos abstraernos de lo inevitable e inelegible y ser dueños de nuestras decisiones, deseos y pensamientos. Renunciar a nuestra voluntad como individuos (a menudo inconscientemente) conlleva poderosas consecuencias en la sociedad que conformamos, los sistemas de creencias, las formas de gobierno y hasta nuestras horas de ocio. ¿Tiene acaso algo de positivo o atractivo no elegir? ¿Por qué cedemos tan generosamente la gestión de nuestras voluntades?